Esta meditación te invita a sumergirte en la paz, la tranquilidad, el amor, la alegría y la esperanza. Te ayuda a conectarte con tu verdadero ser, a abrazar la vulnerabilidad y a encontrar el camino del amor, la libertad y la paz.
¡Anímate a hacer esta meditación y descubre la transformación interna que puede traerte! Abre tu corazón y encuentra tu verdadero camino.
En esta meditación, cierra los ojos y concéntrate en tu corazón. Visualiza caminar en un bosque y elegir el camino del amor.
Imagínate en un hermoso bosque, donde puedes tomar unos minutos solo para ti. Conéctate con tu centro del corazón y comienza a sentirte presente. Toma respiraciones profundas por la nariz y exhala por la boca. Visualiza cómo caminas en este hermoso bosque.
A medida que caminas, verás que hay dos caminos frente a ti: uno es el camino del miedo, que conoces y has vivido durante toda tu vida, y el otro es el camino correcto, representado por un sendero iluminado.
Enfrentar el camino correcto puede ser difícil, empinado y solitario, pero es el tuyo. Elige el camino que te asusta y comienza a caminar. Esta es una decisión que solo tú puedes tomar. Acepta la vulnerabilidad y adéntrate en tu corazón. A medida que caminas, te acercarás cada vez más a tu verdadero yo.
El camino del amor, la libertad y la paz te llevará a una energía superior. Cuando abraces tu verdadero ser, te darás cuenta de que este es el camino correcto. Ya no tendrás que forzar las cosas ni luchar. Hay una energía superior que te sustenta y te ama por encima de todas las cosas. El sabe lo que es mejor para ti.
Siéntete en paz, tranquilidad, amor, alegría y esperanza. Respira profundamente y deja que tus preocupaciones se disuelvan, tanto físicas como energéticas. Disuelve todo miedo, porque estás en el corazón. Aprende a decidir y decir sí o no.
Libérate de todo lo que te preocupa y vive desde la abundancia. Conéctate con tu verdadero ser y date cuenta de que estás hecho para la grandeza. Entrega tus preocupaciones a Dios y visualiza cómo te deshaces de una mochila pesada, viendo cómo se disuelve y se desvanece como agua, nutriendo la Tierra.
Los duraznos gigantes te nutren y te traen sabiduría. Aunque puedan costarte en la vida, también te benefician. Respira profundamente por la nariz y la boca, inhalando y exhalando. Vuelve al momento presente.