La muerte es una parte inevitable de la vida, y enfrentar la pérdida de alguien querido requiere de aceptación y tiempo para sanar.

1. Es crucial que te enfrentes al dolor de la pérdida en lugar de evadirlo. No puedes escapar del sufrimiento, ya que tarde o temprano regresará. Permítete sentir el dolor y desahogarte emocionalmente. Date el tiempo necesario para que fluya y sane. Acepta y reconoce tu dolor.

Es importante tener en cuenta que el proceso de superación es diferente para cada persona y depende de los lazos y experiencias compartidas. Por lo tanto, el tiempo requerido para sanar puede variar.

En general, el período de duelo puede extenderse entre 6 meses y 1 año. Permítete llorar todo lo que necesites, ya que el llanto es un mecanismo de purificación emocional.

2. Presta atención al cuidado de tu cuerpo durante este proceso. Por experiencia personal, te puedo decir que descuidar tu bienestar físico, dejar de comer o comer en exceso para calmar la ansiedad no es beneficioso para tu estado de ánimo. Te recomiendo cuidar tu alimentación, tomar vitaminas, realizar ejercicios y actividades al aire libre. Si sientes que necesitas apoyo adicional, considera buscar terapia. El yoga puede ser una práctica útil para relajarte, mantenerte en forma y mejorar la respiración y la flexibilidad.

3. Ayudar a otros puede ser una forma poderosa de aliviar la carga emocional del duelo, pero es importante tener precaución. Si brindar ayuda a alguien evoca recuerdos muy dolorosos, es mejor evitarlo.

La experiencia de ayudar a las personas mayores puede generar una gran empatía y comprensión de sus necesidades y sentimientos. Personalmente, esto me permite sanar mi corazón y me trae recuerdos y sentimientos relacionados con mi padre.

4. Aprende a bendecir las fechas especiales, como cumpleaños o Navidad, recordando a la persona fallecida de manera positiva. Mantén presente su recuerdo de la mejor manera posible. Como muestra de ello, he creado este video especial en Navidad.

5. Honra a la persona que ha fallecido viviendo una vida exitosa y feliz, ya que eso es lo que ellos hubieran deseado para ti. Recuerda que esa persona sigue existiendo en tu vida y en tu ser. Vive por ti mismo y por esa persona, que ahora es uno con la vida y el universo. Su legado y recuerdos perdurarán en tu alma.

"Muchas veces lo que necesitamos es perdonar a nuestros padres por lo que no hicieron o hicieron con nosotros. Para sanar este dolor paternal o maternal, es muy aconsejable pasar por ejercicios de perdón y restauración que ofrecemos en los cursos de Papá y Mamá.

Te proporcionamos un enlace al curso "Liberando a Mamá" para que puedas explorar esta posibilidad como un medio para sanar profundamente lo que aún necesita ser sanado. De igual manera, compartimos el enlace al curso "Sanando con Papá"."